"Los antiguos griegos (tipos listos y valientes por los que ya sabes que tengo especial devoción), a quien no se metía en política le llamaron idiotés, una palabra que significaba persona aislada, sin nada que ofrecer a los demás"
En el prólogo del libro, el autor da a conocer el objetivo que tiene en esta "continuación" de Ética para Amador.
No seas idiota, no te aísles de la sociedad en que vives, preocupado de las pequeñeces de tu casa y sin mirar más allá de tus cuatro paredes. Los hombres no podemos vivir así, estar entre humanos es vivir para lo bueno, lo menos bueno y lo malo, la idea es que sea en sociedad, colaborando los unos con los otros.
La sociedad nos ofrece muchas cosas buenas: nos permite relajarnos, sentirnos en terreno conocido, nos escucha, nos apoya... todo esto porque está pensada por humanos y para humanos, evolucionando con el tiempo, de la mano con las personas, repito, nosotros somos la sociedad.
Por éstas razones nosotros no podemos aislarnos de ella; es nuestra, hecha y vivida por nosotros, y en cierta forma, le debemos a la sociedad las cosas materiales que tenemos, al igual que nuestro pensamiento e ideología política.
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